La joven que ganó la lotería hace 18 años y ahora vive de la caridad

lunes, 5 abril 2021 - 01:24
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Cuando una persona compra un boleto de lotería tiene la esperanza de poder ganar el premio mayor, así como en todos los juegos de azar. Sin embargo, es complicado encontrar a alguien que, efectivamente, haya ganado.

Llevarse el premio grande no solo significa un golpe de suerte, sino una gran responsabilidad de manejar aquella gran cantidad de dinero, especialmente si no se tiene mucha experiencia de este tipo. Aquello fue lo que le sucedió a Callie Rogers, quien a sus 16 años ganó la lotería de Gran Bretaña.

Pese a ello, el sueño de Rogers se transformó en una pesadilla que le ha obligado a mendigar en las calles los últimos años.

LA GANADORA MÁS JOVEN
En 2003 Callie trabajaba de camarera y vivía con sus padres adoptivos en Cockermouth, Cumbria, Inglaterra. Con su empleo, ganaba 5 dólares la hora, pero fue hasta que un día decidió comprar un boleto de lotería, que su suerte cambió.

Rogers se convirtió en la ganadora más joven de este premio y se llevó a casa 1,8 millones de libras esterlinas (unos 2.500.000 de dólares). En su euforia desmedida, no buscó ayuda de ningún gestor profesional e inmediatamente repartió más de una cuarta parte de su fortuna entre amigos y familiares.

De inmediato la chica gastó unos 420 mil dólares en ropa de lujo, por lo que en cuestión de días solo le quedaba medio premio.

Durante esta época Callie conoció a Nicky Lawson, con quien empezaría una relación amorosa y juntos se convirtieron en padres de dos niños. Eventualmente la relación entre Rogers y Lawson fue tomando un rumbo difícil y tras cinco años, decidieron ponerle fin.

El rompimiento afectó a Callie, quien cayó en una profunda depresión que se tradujo en un intento de quitarse la vida. Aquella conducta errática fue suficiente para que un juez le quitara la custodia de sus hijos y se la otorgara a Lawson.

MÁS PROBLEMAS
Callie tenía problemas de confianza, por lo que decidió gastar casi 24 mil dólares en operaciones de cirugía estética que, según ella, le ayudarían a recuperar la seguridad en sí misma. Sin embargo, aquello realmente no contribuyó mucho, pues su vida se mantuvo en decadencia.

Según los diarios locales, habría recibido una paliza a la salida de un bar y se habría gastado 360 mil dólares en drogas; pero Rogers negó estas acusaciones.

Otro escándalo que protagonizó fue un accidente de tráfico, del que intentó huir con su pareja. La policía logró atraparlos momentos después y se reveló por las pruebas de estupefacientes, que ella dio positivo en varias sustancias.

El permiso de conducir de Rogers fue suspendido por casi dos años (22 meses), tendría que llevar un identificador electrónico por 11 meses y pagar una gran multa, lo que acabó con su fortuna.

Hoy, Callie Rogers subsiste con la ayuda del Gobierno a través del Universal Credit, una ayuda especial a todos los británicos sin trabajo o cuyos ingresos son muy bajos.

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