Desperdicio de cerebros

viernes, 28 mayo 2021 - 17:53
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    Con la campaña publicitaria: “Una mente es algo terrible de desperdiciar” en 1972, se constituyó un gran fondo educativo para dotar de becas a estudiantes negros en universidades norteamericanas. Pocos lemas apuntan tan directo a la importancia de la educación en la vida de las personas. Una mente sin educación, no se desarrolla y un individuo no desarrollado se convierte en un lastre para su país.

    Según un reciente estudio del Banco Mundial, amén de todos los males que ha dejado en América Latina el COVID-19, hay la amenaza de un desperdicio de cerebros por el cierre de escuelas durante la pandemia, lo que además de la tragedia humana podría significar una pérdida de 1.700 millones de dólares. América Latina es la segunda región a nivel mundial con el mayor crecimiento absoluto en el indicador de “pobreza de aprendizaje” por el COVID-19. La proporción de niños que al terminar la primaria no son capaces de leer y entender un simple texto de lectura ha aumentado del 51 al 62,5 por ciento. Esto significa un total de 7,6 millones de niños. Este número considera un cierre de 10 meses de las escuelas presenciales, a mayor tiempo de cierre el porcentaje de retraso aumentará.

    América Latina llevaba ya un retraso con respecto a otros continentes antes de la pandemia. En las pruebas Pisa, que comparan a los estudiantes de varios continentes, los alumnos de los países latinos con mejores sistemas educativos como son Chile, Uruguay y Argentina, se ubicaban en los niveles más bajos, a gran distancia de los países asiáticos. Con la pandemia el retroceso será mayor. El mismo Banco Mundial estima que al reiniciarse las clases presenciales el retraso promedio será de 1,3 años de escolaridad, lo que tendrá consecuencias negativas a lo largo de su vida escolar, sobre todo en los niños más pequeños de áreas marginales en las grandes ciudades o en el campo, porque no han contado con los recursos tecnológicos para la educación a distancia.

    ¿Qué hacer para evitar que se desperdicien tantos cerebros? El Banco Mundial propone retornar a las clases lo más pronto posible, vacunando a los maestros como sector prioritario. Además, seguir desarrollando una educación efectiva a distancia, para compensar el tiempo perdido, lo que implica mejorar las habilidades tecnológicas y pedagógicas de los docentes, para que puedan ofrecer tutorías que nivelen a los estudiantes. No solo es importante compensar con medidas focalizadas de remediación, sino que se debe evitar las deserciones escolares, ayudar a integrar a los estudiantes que por las condiciones económicas de la pandemia han hecho un trasvase de la escuela privada a la pública. Es un gran desafío, pero no un imposible. Hay disponibilidad de crédito multilateral para los programas, se requiere de gestión gubernamental y compromiso de los maestros. Un desafío adicional para el nuevo régimen.

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