En el 2016, tuve el honor de ser la Representante del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas en el Perú, donde pude ver de cerca uno de los casos de éxito más importantes de los últimos años sobre este tema.
Cada país en el que vivo, cada persona y familia que conozco, me convencen de que no hay una sola manera de vivir la vida, o una sola forma de ser o de amar.